domingo, 5 de septiembre de 2010

LA FRATERNIDAD BASILIO RUEDA

A su regreso de Europa, al terminar su servicio como Superior General, el Hermano Basilio, hoy Siervo de Dios, tuvo entre sus propòsitos más importantes, el consituir en México un movimiento totalmente laico, para lelo a la vida de las escuelas a través del cual se pudiera expandir el carisma de Marcelino hacia todos los ámbitos de la vida cristiana, en particular la FAMILIA.

Con ese propósito, empezó por invitar a todos sus amigos: exalumnos, padres de familia, profesores de los colegios, etcétara y por supuesto, dentro de este grupo estaban los viejos compañeros que un día habían pertenecido a la Congregación.

Este maravilloso grupo se integró de una manera casi "natural" bajo la potestad del carisma asumido por el hno Basilio, y se sentaron las bases para lograr un trabajo fructífero y actual, lleno de compromiso personal, de reencuentro con la vocaciòn personal y con el estilo Marista. Se trataba del Movimiento Champagnat de Familia Marista.

Después de que Basilio partió hacia el Padre, el grupo continuó trabajando, madurando y fortaleciéndose. Este grupo adoptó el nombre de "Fraternidad Basilio Rueda", y posteriormente, las reuniones en vez de ser en la Quinta Soledad, pasaron a realizarse en el Colegio Mèxico de Mèrida 50... así también se integró la Fraternidad Juan Pablo II, en el Instituto México.

Hoy, habiendo entrado al siblo XXI, después de que nuestro San Marecelino ha sido canonizado y en un contexto en el que la Iglesia se ha volcado hacia el trabajo de los laicos,

QUE SE PRETENDE HACER DENTRO DE ESTE MOVIMIENTO?

El Carisma de Marcelino Champagnat es Universal, y es preciso que llegue a todos cristianos. En sus orígenes fueron sus portadores unos jóvenes que fueron capacitados para ir a enseñar a otros jóvenes... Marcelino crea una estructura de FAMILIA para poder dar cohesión a su movimiento y a su ideal...; en la actualidad, se pretende nuevamente crear células desde donde pueda IRRADIARSE ese mismo carisma, y que funcione por medio de laicos que lleven a Champagnat a sus propias familias y a sus propios ambientes y espacios de trabajo, diversión y cultura.
Las fraternidades funcionan cuando un grupo de personas con diversos intereses, formaciones, obligaciones y espectativas, descubren un comùn denominador, en el encuentro con el carisma de Marcelino.
Los pasos par aaprovechar este llamado son muy sencillos, hay que conocer a los demás miembros de esa comunidad, hay que descubrir cómo ellos encontraron a Marcelino, y hay que compartir lo que de Él se ha recibido y aprendido... y ya que son los hermanos maristas, los depositarios "oficiales" del carisma, es preciso que se actúe bajo la directiva y en perfecto acuerdo con un representante de la congregación... por supuesto que la aplicación para la vida diaria será responsabilidad de la propia fraternidad, los hermanos no pueden tener la visión que tenemos los seglares, porque no tienen las obligaciones del matrimonio, de los hijos, el trabajo, la vida politica y social etc.
El "carisma" ha sido estudiado, desagregado, analizado y practicado por 200 años.. PERO en esta nueva etapa del mundo en que vivimos, es necesario APLICARLO... la juventud ha cambiado, los medios de comunicación, la computadora, las sociedades, la forma de vivir la vida se trasforma de manera vertiginosa, pero los principios que rigen el corazón humano son los mismos.
La primera misión de las fraternidades es en sevicio de la Iglesia Local... es decir de las respectivas Parroquias... y en particular, mediante el fomento y fortalecimiento e integración de la Familia, la familia personal, con los hijos, nietos etc... y después accediendo al ámbito social de nuestra comunidad parroquial y diocesana.
La manera más eficaz, natural y directa de alimentarnos para esta misión es mediante LA VIDA SACRAMENTAL.. y la oración-meditación diaria... para complementar lo anterior, servirán las actividades de oración comuntaria y la intenciones dentro de la fraternidad.
Las reuniones de la fraternidad también tienen la finalidad de equilibrar y compartir nuestros conocimientos y experiencias sobre la vida actual de la Iglesia y de la Congregación... no estamos solos, toda la Iglesia es misionera, y tiene un compromiso pastoral que se revitaliza a cada momento, y nosotros, como seglares estamos obligados a ejercerlo en las más diversas actividades... a veces con el ejemplo, pero a veces con acciones específicas.
Por eso lo que se pretende es crear un MOVIMIENTO, no sólo es una cofradía o una hermandad, se requiere crear estrategias perdurables y acciones profundas que motiven y que irradien el amor. Bienvendos todos a este llamado al laicado marista.