miércoles, 29 de junio de 2011

Nuevo secretariado general entró en funciones

El murmullo de las aguas de Gier ha acompañado el primer encuentro del nuevo Secretariado ampliado de laicos, realizado entre los días 30 de mayo y 5 de junio de 2011. Hablando del Hermitage, dice Juan Bautista que Marcelino, “después de verlo y examinarlo todo, no encontró nada más adecuado para una casa religiosa”. La cercanía a los lugares maristas, con la guía del hermano Benito Arbués y convertida en peregrinación interior, ha sido inspiración para nuestro encuentro. Construyendo la casa del Hermitage, Champagnat construyó una familia. Para Tony, Agnes, Sylvain, Ana, Linda, Fabiano, Raúl y Javier, provenientes de los cinco continentes, la experiencia del encuentro ha significado conocer nuestras familias, escuchar  nuestros procesos vocacionales, apreciar nuestros acentos culturales y manifestar nuestro corazón marista. Han sido días que han construido fraternidad y han creado comunión.
Hemos podido traducir en nuestro encuentro la afirmación de En torno a la misma mesa: “No sólo hay lugar para unos y otros en la mesa, sino que nos necesitamos mutuamente al lado”.  En momentos intensos de reflexión han surgido con fuerza ecos del proceso de estos años en el Instituto: nuestro futuro marista es un futuro de comunión, hermanos y laicos podemos contribuir al nacimiento de una nueva época para el carisma marista, de esta nueva relación puede surgir con más fuerza la identidad laical y la identidad de hermano, el carisma marista es un don que compartimos con toda la Iglesia, la atención preferente a los niños y jóvenes pobres proyecta nuestra pasión misionera…
Nuestra agenda estuvo muy marcada por la revisión del Plan de acción para el trienio. Reelaboramos dicho Plan, señalamos las urgencias, precisamos las líneas de acción, reflexionamos sobre las implicaciones para cada miembro del Secretariado, revisamos el calendario. Dos de los encuentros programados en el Plan nos pidieron más atención. El primero es el encuentro por Regiones de los equipos o comisiones de animación laical, o mejor, de la nueva relación hermanos- laicos. Tendrán lugar en Curitiba, Guatemala, El Escorial, en este año 2011, y en Asia y Australia en los inicios del 2012. El segundo quiere ser un momento de reflexión seria sobre la vocación laical marista, a nivel de todo el Instituto. Este último está programado para octubre del 2012.
Al ser el primer encuentro con los nuevos miembros del Secretariado hizo que la agenda fuese intensa. Recordamos el horizonte de nuestro Secretariado que proviene de nuestro Capítulo general, hablamos de la actualización del Movimiento Champagnat, de los procesos de formación conjunta, de una mejor articulación del laicado, de itinerarios de conversión tanto para hermanos como para laicos.  Visualizamos las regiones más necesitadas del Instituto. Percibimos los ritmos diversos del movimiento laical tanto en provincias como en regiones. Soñamos con apoyar todo brote de vida marista y de novedad carismática que surja en nuestras regiones.
Dedicamos toda una tarde a dialogar sobre las comunidades mixtas. La presencia del hermano André, de la comunidad de Mulhouse; de Arturo, con su experiencia de Bolivia y de La Oliva; de Gianluca y Rosa, de la comunidad de Giugliano,  y de Annie y el hermano Diogène, de la comunidad del Hermitage, hicieron que nuestro intercambio resultase rico e inspirador.
El murmullo del río, el verdor del valle nos supo a fecundidad, a vida ofrecida. Tener presente las bellas experiencias de vitalidad esparcidas en la geografía del Instituto, compartir con los grupos de Manziana y El Escorial, representando una gran diversidad de provincias y de culturas, apreciar los detalles de acogida de la comunidad del Hermitage, celebrar el día de san Marcelino, todo ello fue armonía de orfeón que se unió al rumor del Gier y nos hizo recordar lo que expresaba Juan Bautista, “el vallecito del Hermitage es un lugar pintoresco y de lo más ameno, sobre todo en primavera”. Los días en el Hermitage, a pesar de la lluvia, han tenido un tono primaveral. Para los miembros del Secretariado ampliado de laicos han sido días de comunión, de esperanza, de futuro, de novedad.